Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde

Esta mañana, como todos los días, el recorrido incluyó el puesto de venta de periódicos (destino obligado para quienes nos dedicamos a la labor informativa).

Así, al igual que siempre, antes de llevarme los ejemplares de rigor, me detuve a ver todas las primeras planas a ver qué nos dice el país. No soy el único, les cuento. Muchas personas -algunos compran y otros no- invierten buena parte de su tiempo frente al kiosko, leyendo las portadas.

La conversación, como es inevitable, surge a partir de lo que traen los medios. Últimamente -y no sorprende- los comentarios giraron una y otra vez alrededor del Presidente, la vacancia, el sombrero y la gorra, las marchas, etc.

Pero hoy nos encontramos con algo diferente y en lo que los lectores al paso tomaron mucha atención. Hablaban del caso de la minera en Apurímac que, ante los bloqueos constantes y conflictos no resueltos por parte de las autoridades, anunciaba que no seguirá operando. Uno de ellos comentó que había oído lo del pronunciamiento también en la radio y visto circulando por las redes.

“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, decía uno de los “comentaristas”. Luego el dueño del kiosko respondió “me lo va a decir a mí”, que estuve un año sin vender nada, con la pandemia. Y así se fue dando una conversación, sobre las oportunidades que se pierden y que nadie logra ver hasta que ya no las tiene.

El dueño del kiosko, siguió compartiendo su mala experiencia a lo largo del confinamiento y lo que fue la desesperación de no saber cómo “parar la olla” cuando no hay ingresos. “Si las grandes empresas de Ilo cerraran, volveríamos a eso, porque … ¿de qué más se vive aquí?”; mencionó.

“A la gente le gusta poner trabas, qué obsesión con las mineras, pero no se dan cuenta que cuando se vayan, el que pierde es el pueblo, que ya no vende, que ya no tiene trabajo”, menciónó otro de los presentes.

Me quedé pensando en los buenos análisis que a veces hace la gente, Cuántas lecciones se sacaron de la pandemia y qué claro tienen algunos lo que puede pasar y lo que ya no quieren venir si el tema contra la minería llegará por aquí, ya sea por parte del gobierno o de los detractores.

Con mis tres periódicos en mano, seguí caminando y leyendo, agradeciendo que todavía hay movimiento económico por nuestras regiones … no todos en el país gozan de esas oportunidades.