EL “SAMBENITO” DE RESPONSABILIDAD SOCIAL
Periódico Digital La Región Sur, 16-06-24.- Mucho se habla, que una empresa que tiene presencia sobre un determinado sector o comunidad donde opera o desarrolla sus actividades, debe promover su desarrollo social, cultural, atendiendo con obras o programas sociales de manera voluntaria, bajo la modalidad de responsabilidad social, lo que en buena cuenta significa una inversión de la empresa en temas de desarrollo e infraestructura, o en todo lo que significa la mejora en la calidad de vida de la población con la que tiene mayor contacto, eso es lo que generalmente las autoridades exigen a las empresas, utilizando el “sambenito” de “responsabilidad social”, una decisión que es totalmente voluntario.
Estas exigencias no son nuevas, lo que pasa es que los términos que se emplean para exigir la responsabilidad social, se confunden o se manipulan sin conocer los alcances de esa responsabilidad social y, esa exigencia que es dirigida a las empresas está fuera de contexto, ya que las obligaciones de Responsabilidad Social le corresponde al estado, y cuando ésta no llega a la población, es allí cuando la empresa privada emplea este mecanismo de manera voluntaria, que con el tiempo estos términos se fue convirtiendo casi en una costumbre, por eso hoy las autoridades y dirigentes sociales, exigen casi de manera enfática que cumplan con su “responsabilidad social”.
Dicho en otras palabras, la responsabilidad social no es un tema obligatorio de las empresas privadas, sin embargo, las empresas socialmente responsable invierten en las comunidades donde opera de manera social, económica o con obras relacionados al medio ambiente, y lo hace con planes y proyectos que son de manera voluntaria y mediante actividades económicas compartidas entre el estado, la comunidad y la empresa, que coadyuven al desarrollo de la comunidad y no es otra cosa que una inversión que se hace en las comunidades para mejorar su calidad de vida, en infraestructura de educación, salud o trabajo, que va permitir mejorar sus condiciones de vida, alejado del paternalismo a la que muchos recurren de manera equivocada.
Esta actividad social empresarial se traduce en acciones que impactan de manera positiva en las comunidades en las que operan, esto puede ser con voluntariados, planes educativos, acciones relacionadas con el medio ambiente o inversiones económicos compartidos en la ejecución de obras, sociales, No debe confundirse con cuestiones propias de imagen para mejorar el posicionamiento de una compañía, que no tengan ningún impacto real en la comunidad, como muchos los confunden con los programas sociales, capacitaciones y mejoras relacionadas con la actividad donde invierten buena parte de sus ganancias en planes de Responsabilidad Social
En ese panorama es necesario conceptuar que la Responsabilidad Social tiene diversas acepciones y las más modernas hacen referencia a que una empresa es socialmente responsable cuando en su proceso de toma de decisiones, se valora el impacto de sus acciones en las comunidades, en su fuerza laboral y en el medio ambiente, e incorpora efectivamente estos intereses en sus procesos y resultados, pero siempre aclarando, no es una manera de verlo como una obligación que al final se vería como un acto paternalista, sino, un acto voluntario que se acerca a la comunidad con la que convive, solucionando los problemas relacionados a la mejora de calidad de vida, progreso y desarrollo comunitario, o remediando los impactos negativos que se podría generar, NO es decir alegremente que la empresa está en la “obligación” de ejecutar tal o cual obra porque tiene responsabilidad social, sí, claro que tiene responsabilidad social, pero es compartida con el estado y la sociedad civil, o sea, es una obligación de todos, Esa es Responsabilidad Social. La empresa privada no puede asumir sola, la responsabilidad del estado.
foto Escuela de Postgrado Universidad de Lima