POR QUÉ DEMORÓ EL GOBIERNO PARA IMPONER
EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD EN CUAJONE?
- Los trabajadores de Cuajone tuvieron que amenazar con ir a tomar Viña Blanca para que el estado reaccionara.
Escribe: Enrique Lazo Flores.- Periódico Digital La Región Sur, 21 abril 2022.- Tuvo que pasar casi 60 días sin agua y con el fantasma de despido de sus puestos de trabajo de los 2500 trabajadores que componen la minera Cuajone, para finalmente el gobierno decretara vía Estado de Emergencia, la intervención de las fuerzas del orden como reza en el DS N° 039-2022-PCM, donde se autoriza que se haga cargo del orden interno del país, como debió haber sido hace 60 días atrás.
Tuvo que pasar todo este tiempo en la que el estado prácticamente hizo oídos sordos no solo a los reclamos de la empresa donde fue agredido por la turba de comuneros, “y no comuneros”, en sus dominios autorizados por el mismo gobierno, sino, que fueron más allá, se atrevieron a atentar contra la vida y la salud de más de cinco mil familias del campamento de Cuajone, quienes nada tienen que ver en este conflicto, pero criminalmente fueron utilizados por los comuneros para extorsionar y chantajear no solo a la empresa, sino, al mismo gobierno, quienes demostraron que NO TIENEN AUTORIDAD PARA PONER ORDEN EN UN PAIS DONDE SE PRESUME EXISTE EL ESTADO DE DERECHO.
La historia de las comunidades de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala, se contó en reiteradas oportunidades, desde sus orígenes hasta estos días, como ayudando a que el estado asuma su rol, pero fue al revés, cada ministro que venía a la zona de conflicto para instalar una “mesa de diálogo” que nunca se logró, se hacían de la “vista gorda”, con la complicidad de los Congresistas por Moquegua, y como para no creerlo, con el abierto apoyo del mismo Gobernador, Zenon Cueva, quien cada vez que abría la boca era para condenar la presencia de la Minería en Moquegua, era para azuzar y llamar a los alcaldes de Moquegua a que se pronuncien contra la empresa SPCC, haciendo apología a la subversión, aprobando la actitud criminal de los comuneros que habían cortado el suministro del agua a miles de familias del campamento de Cuajone.
La crisis que vivían las familias crecía y a ellos se sumaba la preocupación de los trabajadores que veían amenazados de ser despedidos con la suspensión perfecta, ya que se había paralizado la producción, originado una pérdida de más de 500 millones de soles, en impuestos, mas de 80 millones en canon minero para el beneficio de las regiones y de Moquegua, además de la pérdida de casi mil millones en exportaciones, lo que a este gobierno de Pedro Castillo no parece importarle.
Lo cierto es que el problema de Cuajone nunca debió ser permitido por las autoridades, tanto del gobierno central como regionales, ya que es un problema del estado con los comuneros, legales o no, problema ajeno a la empresa SPCC, ajeno a los trabajadores, y a las cinco mil familias que se ven afectados por la falta de agua y que está siendo vilmente utilizado por las ambiciones personales y de grupo, para lograr dinero fácil a costa del sufrimiento de miles de familias, lo que parece no importarle a este gobierno que ha perdido toda credibilidad.
Este DS no es tan confiable, si bien es cierto debe cumplirse sí o sí, hay dudas para creer que en las próximas horas se reabran las válvulas del agua en Viña Blanca, salvo que lo haga las fuerzas del orden, aunque el principal dirigente de los comuneros, Iván Mendoza quiere aparentar que aceptan la mesa de diálogo, pero igual, la situación sigue encrespada, porque los trabajadores están dispuestos a ir a enfrentarse a los extorsionadores en defensa de la vida de sus familias y de sus puestos de trabajo, algo que debe ser motivo de protección y prioridad para este gobierno y para todas las autoridades de la región, pero hay serias dudas, ya que los comuneros se siente protegidos. Hay algo turbio detrás de todo esto, todo parece indicar que avanza hacia la nacionalización del cobre, algo que el pueblo no lo debe permitir. La demora del gobierno en actuar, la escalada de conflictos en las Bambas y otras, la participación y conexiones de Zenón Cueva con agitadores anti mineros, el desprecio por la vida de Pedro Castillo en el caso Cuajone, la no atención de los congresistas de Moquegua para exigir la atención al conflicto de Cuajone, y la presencia de más de 4 ministros en la zona de conflicto y no lograr nada, son indicadores que algo se viene atrás, debemos estar alertas. Ojalá esté equivocado.