OSCAR GONZALEZ ROCHA REAFIRMA:EL MEJOR ALIADO DE LA AGRICULTURA ES LA MINERÍA»

OSCAR GONZALEZ ROCHA REAFIRMA: EL MEJOR ALIADO DE LA AGRICULTURA ES LA MINERÍA

 

“En una extensa entrevista para la revista Energiminas, el presidente Ejecutivo de Southern Perú, Ing. Oscar Gonzales Rocha, ha confirmado su disposición de construir una represa que afiance la disponibilidad de agua en época de estiaje en Islay, región Arequipa, la cual transcribimos por ser de interés nacional”.  

 

Para Óscar González Rocha, la minería, especialmente la de cobre, es la actual locomotora del país y es a partir de su avance que el Perú puede financiar su desarrollo. Pero nuestro país, insiste, debe aspirar siempre a más. “Hay una gran oportunidad para el Perú que, además de ser naturalmente el centro logístico del continente sudamericano por su ubicación, también puede convertirse en una plataforma de servicios e industrial a partir de la expansión de su producción minera, sea de cobre, oro u otros”, imagina el presidente ejecutivo de Southern Perú. Óscar González Rocha trabaja en nuestro país desde 1999. Es mexicano pero nos considera su segunda patria. Sus satisfacciones en el brazo minero de Grupo México, indica, son “enormes”. Como legado, anuncia: “Si uno está convencido de que su proyecto es viable, que es positivo en términos económicos y sociales, vale la pena perseverar, tocar todas las puertas que sean necesarias, escuchar y dialogar; pero dialogar para concretar un Plan de Trabajo y no como una estrategia para dilatar indefinidamente. Eso no ayuda ni al inversionista ni al país y menos a la población porque se le priva de una oportunidad cierta de empleo bien remunerado”.

Señor González Rocha, Southern Perú ha operado por décadas en el país. ¿Cómo evalúa actualmente el clima de inversión y operativo para la minería en el Perú, especialmente en comparación con otros países de la región?

Hay países que se han estancado en sus políticas de promoción de la inversión y hay otros que han sido mucho más proactivos. Argentina ha cambiado radicalmente sus políticas y está concitando la atención de la comunidad internacional de inversionistas, no sólo en minería sino en muchos otros sectores económicos. Esperemos que con el resultado de las elecciones en Bolivia ocurra algo similar. El Perú también ha evolucionado, ha mantenido los lineamientos generales para las inversiones, pero siempre se puede acelerar el paso, sobre todo porque los inversionistas están mirando en qué país pueden realizar inversiones más seguras y duraderas con un retorno adecuado. Perú un riesgo político por la incertidumbre que siempre ocasionan los procesos electorales y la inseguridad ciudadana que está muy ligada a economías ilegales como la trata de personas, el narcotráfico, la minería ilegal, valga la redundancia, entre otras, este conjunto impacta en la toma de decisión para realizar una inversión.

En educación hemos financiado los Colegios de Alto Rendimiento COAR Tacna y Moquegua ya entregados; actualmente, estamos en etapa de elaboración del expediente técnico del COAR Apurímac y queremos financiar los correspondientes para las regiones Arequipa y Cajamarca, resalta el ejecutivo minero.

¿Cuál es el desempeño actual de las operaciones en Toquepala y Cuajone y cuáles son los objetivos para este año en términos de producción? ¿Cómo se comparan con años anteriores?

El primer trimestre hemos tenido un desempeño que calificaría como óptimo, inclusive superando las expectativas. Lo que sucede es que en diferentes niveles de las minas uno se va encontrando con formaciones rocosas de mayor o menor dureza, cuando ocurre esto último el costo como el procesamiento para obtener el cobre se dificulta y disminuye la producción; pero también sucede lo contrario cuando se encuentra roca con un menor índice de dureza, en este caso la recuperación del cobre, nuestro principal producto, y el molibdeno, principal subproducto, se ven favorecidos e indirectamente todos aquellos que están vinculados a la cadena de valor de la actividad minera, desde el ciudadano que vive en regiones productoras de minerales, como el estado en sus diferentes niveles de gobierno porque reciben los beneficios económicos de la minería.

Southern ha sido una de las empresas mineras más activas en el mecanismo de Obras por Impuestos. ¿Cuánto ha invertido hasta ahora y en qué regiones o sectores se ha concentrado esa inversión?

Nuestras inversiones mediante el mecanismo de obras por impuestos ha sido diversificada, priorizando el cierre de brechas en sectores eminentemente sociales como educación, centros de salud, saneamiento y carreteras. Estamos por iniciar la construcción de la represa de Callazas en Tacna, que junto a otros proyectos que hemos ejecutado con aportes directos, asegurará el desarrollo agrario en la provincia de Candarave en la región Tacna. También hemos comunicado nuestra disposición para construir una represa que afiance la disponibilidad de agua en época de estiaje en Islay, Arequipa, para que el valle de tambo disponga de este recurso durante todo el año. En educación hemos financiado los Colegios de Alto Rendimiento COAR Tacna y Moquegua ya entregados; actualmente, estamos en etapa de elaboración del expediente técnico del COAR Apurímac y queremos financiar los correspondientes para las regiones Arequipa y Cajamarca.

¿Qué evaluación hace del impacto real de estas obras en las comunidades cercanas a Toquepala y Cuajone?

La recepción es muy positiva, la población comprende que el futuro está ligado a la calidad de la educación que reciba la nueva generación, en tanto que el presente se vincula con el fortalecimiento de las actividades productivas que desarrolla la población local, sea en la agricultura como en la ganadería. Represar el agua y evitar que ésta se desaproveche en el mar en época de avenidas representa consolidar la actividad agrícola local y, eventualmente, ampliar la frontera agrícola. Por eso, siempre afirmamos que el mejor aliado de la agricultura es la minería, porque gracias a los excedentes producidos por ella es que se pueden financiar proyectos de infraestructura relevantes que de otra manera sería más difícil de concretar o habría que esperar muchos años para verlos hechos realidad.

¿Tienen previsto ampliar el uso de Obras por Impuestos para abordar brechas específicas en salud, educación o infraestructura hídrica en zonas de influencia directa?

Nuestra vocación es la minería, para ello nos formamos y ganamos experiencia a lo largo de los años, pero somos conscientes que somos una actividad con un gran potencial y que su sola presencia genera oportunidades. Desde Southern ponemos a disposición de las autoridades y de la población nuestro conocimiento y experiencia y, efectivamente, consideramos que los recursos deben ejecutarse priorizando las actividades socio productivas, donde se ubica la educación, la salud y el desarrollo de infraestructura hídrica.

Dada la importancia del recurso hídrico para la minería y las comunidades, ¿qué inversiones ha realizado Southern Perú en represas o infraestructura de almacenamiento de agua en el sur del país?

La represa de Cularjahuira fue entregada el 2022, gracias a un trabajo conjunto entre pobladores, comisión de regantes, municipalidad del distrito de Camilaca, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y, por supuesto, Southern Perú. Para concretar esta obra hubo un gran trabajo de persuasión basado en la comunicación sobre las bondades del proyecto y el aprendizaje que se obtiene de esta experiencia. Dos millones y medio de metros cúbicos de agua son almacenados en esa represa, permitiendo que más de 780 hectáreas sean irrigadas. De esta manera se fortalece el agro local y se mejora la calidad de vida de la población porque a mayor productividad se logran mejores ingresos, los que les permite mejorar su calidad de vida. Como ya indicamos, también estamos avanzando con la represa de Callazas, también ubicada en la provincia de Candarave en la región Tacna.

¿Considera que la inversión en represas podría ser una solución estructural a los conflictos por el agua en el sur del país, o se requiere un enfoque más integral?

Definitivamente contribuirá, pero coincido en que se debe tener un enfoque más integral. Empezar a ver las zonas altoandinas como áreas productivas donde el jefe de familia, varón o mujer, realicen sus actividades, como generalmente hace la minería. A mayor altura, la producción agrícola suele ser menor o son pocos los cultivos que se adaptan con mayor facilidad. Sin embargo, podría establecerse granjas de camélidos de lana fina, aprovechar caídas de agua para generar energía, geotermia cerca a los volcanes, forestar donde sea posible con la perspectiva de comercializar madera, fortalecer el desarrollo turístico en centros arqueológicos ya descubiertos pero que están por trabajarse para ponerlos en valor, producción de recursos hidrobiológicos en lagunas y ríos. Por supuesto, también hacer minería. Las posibilidades son enormes porque las potencialidades ya existen.

 

Con respecto al proyecto Tía María, ¿qué avances concretos se han logrado en el diálogo con las comunidades y qué condiciones considera necesarias para su viabilidad?

Bueno, primero hay que precisar que el proyecto Tía María se encuentra en una zona desértica al norte del valle de Tambo, estamos desarrollando un intenso trabajo de fortalecimiento de capacidades para la juventud en edad de trabajar, principalmente. También, hemos implementado programas para el fortalecimiento productivo de la agricultura y la ganadería, incorporando tecnología de punta, como el empleo de drones para fumigar los campos y evitar la presencia de plagas. Además, hemos generado más de 800 puestos de trabajo directo para avanzar en los trabajos preliminares de la mina, lo que ha permitido que se incremente la oferta de empleo y los ingresos de las familias que habitan en el valle. Desde Southern Perú, consideramos que el proyecto seguirá avanzando. Es obvio que hay un sector que por alguna razón se opone, pero la experiencia de proyectos cercanos a ciudades o inclusive a valles, donde ambas actividades avanzan y se complementan, es lo que va a primar. En Lima hay minas que operan cerca a los valles de Mala y Huaral, ambos son agroexportadores de frutas y, además, abastecen el mercado local desde hace muchas décadas. ¿Por qué no imaginar que pudiese ocurrir algo diferente en el valle de Tambo? En Southern estamos convencidos que el desarrollo del proyecto emitirá una señal muy sólida hacia la opinión pública, sí es posible la alianza de la agricultura y la minería, sí es posible el desarrollo conjunto. El proyecto Tía María se encuentra en una zona desértica al norte del valle de Tambo, estamos desarrollando un intenso trabajo de fortalecimiento de capacidades para la juventud en edad de trabajar, principalmente, indica González Rocha.

Respecto a Los Chancas y Michiquillay, ¿cuál es el estado actual de esos proyectos y qué plazos maneja Southern para su desarrollo y puesta en marcha?

Ambos proyectos están avanzando según lo planificado, en el caso de Los Chancas hemos acabado la etapa de exploración; en Michiquillay se ha concluido con la perforación para la evaluación del recurso, pero aún faltan otras etapas necesarias para el desarrollo del estudio de factibilidad. Los Chancas en Apurímac ha dado un paso importante en la compra de tierras de un sector, claro que todavía falta adquirir un área de menor hectareaje, pero somos optimistas de que lograremos acuerdos con las comunidades que habitan en torno al proyecto. En Michiquillay el desafío es mayor, por lo tanto, la satisfacción del reto cumplido también será proporcional. A veces los plazos se postergan, pero los procesos tienen su propio ritmo hasta que llega el momento de concretarlos. En Southern valoramos la paciencia.

¿Qué señales espera ver del próximo gobierno para mantener o aumentar sus inversiones?

En el Perú, la legislación no es el mayor problema, aunque siempre se puede mejorar. Lo más relevante es que haya un alineamiento entre los diferentes organismos del Estado para hacer cumplir la ley o las decisiones de política de estado. La minería debe ser tratada como tal. Hay una gran oportunidad para el Perú que, además de ser naturalmente el centro logístico del continente sudamericano por su ubicación, también puede convertirse en una plataforma de servicios e industrial a partir de la expansión de su producción minera, sea de cobre, oro u otros. Esa perspectiva es la que no se debe perder de vista.

Dado el papel clave del cobre en la transición energética global, ¿cuál es su perspectiva sobre la demanda y el precio del cobre en los próximos cinco a diez años?

Consideramos que la evolución en ambos casos será positiva. Muchos analistas del mercado de metales indican que la demanda anual de cobre se incrementará en 50% al 2040, pasando de 26 millones a 40 millones de TM, esta perspectiva incentiva las exploraciones, así como el desarrollo de nuevas unidades de producción o la ampliación de las actuales. Siendo el Perú un importante productor de cobre que, además cuenta con yacimiento ya descubiertos, está en una posición destacada para aprovechar la oportunidad que se le presenta y que consideramos el Perú no debe dejar pasar. Los precios siempre dependerán de la oferta y la demanda, y también de decisiones políticas como el establecimiento de aranceles a los derivados del cobre por la economía norteamericana.

¿Cree que Perú está aprovechando adecuadamente su potencial como uno de los principales productores de cobre del mundo? ¿Qué haría falta para consolidar ese liderazgo?

Quienes tengan la responsabilidad política de conducir los destinos del Perú a partir del 2026, deben emplear su capital político para explicar a la ciudadanía las oportunidades que representa la actividad minera, establecer un plan de desarrollo local y regional, con propuestas de inversión socio-productivas. La minería de cobre, especialmente, actúa como una gran locomotora por su vinculación al mercado internacional y es a partir del desarrollo de sus proyectos que el Perú puede financiar su desarrollo. No me cabe la menor duda.

Después de tantos años al frente de Southern Perú, ¿cuáles considera que han sido sus principales logros en el país y qué legado le gustaría dejar en la minería peruana?

Con relación al legado, la perseverancia. Si uno está convencido de que su proyecto es viable, que es positivo en términos económicos y sociales, vale la pena perseverar, tocar todas las puertas que sean necesarias, escuchar y dialogar; pero dialogar para concretar un Plan de Trabajo y no como una estrategia para dilatar indefinidamente. Eso no ayuda ni al inversionista ni al país y menos a la población porque se le priva de una oportunidad cierta de empleo bien remunerado. Trabajo en el Perú desde 1999, en que Grupo México me confió la conducción de esta gran operación, Southern Perú, desde entonces, las satisfacciones han sido enormes. En lo personal, me tocó liderar un grupo humano muy comprometido y profesional de altas calificaciones, aprendí y también considero que transmito mis experiencias personales para motivar en los momentos difíciles que atravesamos, asimismo, compartí mi conocimiento profesional.

Los logros más relevantes en este período son la modernización de la fundición de Ilo, la ampliación de la mina y la concentradora 2, ambas en Toquepala. Culminar las exploraciones en los proyectos Tía María, Los Chancas y próximamente Michiquillay. Avanzar con los estudios para una ampliación de la mina Cuajone. Del mismo modo, el generar empleo productivo y capacitación a miles de jóvenes, quienes ganaron experiencia y no necesariamente se quedaron a trabajar con nosotros, pero contribuyeron a hacer un Perú mejor. Ese también ha sido un objetivo en esta mi segunda patria. Fuente: Revista Energiminas.

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