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COCACHACRA, 20 AÑOS ATRÁS
“Se ha demostrado hasta la saciedad que la agricultura y la minería pueden trabajar juntos, eso lo saben los que ayer fueron niños y vieron incendiarse la pradera y no entendían por qué, hoy 20 años después ya jóvenes empiezan a entender que esas riquezas que están debajo de sus pies, a muchos les cambió la vida y a otros les dio la oportunidad de cambiar sus sistemas de labrar y cosechar sus tierras”.
Escribe: Enrique Lazo Flores
Considerar que se retome el proyecto cuprífero Tía María en forma integral, en otras palabras, es ver desde todo punto de vista, el desarrollo del valle del Tambo en su conjunto, puesto que hablar de Tía María no es solo hablar de Cocachacra como zona de influencia, sino, es de la provincia de Islay, de todo el valle de Tambo, de la región Arequipa.
Para muchos, esta propuesta es la que se esperaba desde hace muchos años atrás y también para otros era una propuesta que se debatía en las calles con el discurso de “Tía María No va”, o, “agro sí, minas no”, propuestas que hace 20 años atrás incendiaron la pradera, causando inclusive la muerte de algunos de sus protagonistas, o de algunos de sus malas autoridades y dirigentes que equivocaron sus propuestas cambiando el “agro” por “lentejas”, ahora pagan sus errores en la sombra.
Ergo, eso fue hace dos décadas atrás, han pasado dos generaciones de agricultores y trabajadores que si hace 20 años atrás el más adulto de los agricultores tenían 60 años de edad hoy tiene, 80 y los jóvenes que tenían 20 hoy tienen 40 años de edad, eran valiosos años de sus vidas que no han podido aprovechar de las riquezas que la naturaleza les puso en el camino, no supieron darle el valor , pero no todo fue así, porque en el trascurrir de los años, hubo programas sociales que capacitaron a esos jóvenes que hoy, muchos de ellos son adultos y trabajan en actividades relacionados a la minería.
Y no solo fueron estos jóvenes de ayer sino, los mismos artesanos y profesionales del lugar que trabajaron en la mejora del sistema de riego como construyendo bocatomas y reservorios que hoy mismo son utilizados por los propios agricultores en el quehacer del día a día, entonces, vemos que no tiene sentido salir nuevamente a tratar de incendiar la pradera, con discursos que en la práctica ya pertenecen al pasado y no son la realidad de estos tiempos.
Se ha demostrado hasta la saciedad que la agricultura y la minería pueden trabajar juntos, eso lo saben los que ayer fueron niños y vieron incendiarse la pradera y no entendían por qué, hoy ya jóvenes empiezan a entender que esas riquezas que están debajo de sus pies, a muchos les cambió la vida y a otros les dio la oportunidad de cambiar sus sistemas de labrar y cosechar sus tierras.
En estas décadas que pasó, la empresa Spcc, supo convivir con la población, empezó a conocer sus necesidades y de sus problemas que el estado no supo atender, mejorar su calidad de vida a los que no solo viven de la agricultura, sino, modernizar sus métodos de trabajo, capacitar a los jóvenes en los beneficios y oportunidades que da la minería es una realidad a las que no les puede negar a esta nueva generación de jóvenes.
Hoy debemos ubicarnos en el escenario del desarrollo y progreso, dejar atrás ideas y pensamientos de décadas pasadas, es hora de mirar a esta nueva generación que tiene una nueva óptica, y está comparando que el tiempo pasado solo trajo atrasos y perjuicios, sobre todo a aquellos que se equivocaron al conducir a su pueblo por otros caminos, cambiando sus discursos de “agro sí” por “lentejas sí”, está claro que eso fue hace 20 años atrás, hoy estamos en otro escenario y en otra realidad, entonces “pasó mucha agua debajo del puente” y tratar de despertar viejas pasiones, es retroceder en el tiempo.
Con el nuevo Ministro de Energía y Minas, el panorama de la minería en el país abre oportunidades, nos muestra una realidad que no estaba escrito en los discursos y espacios mediáticos, hoy vemos que la realidad va más allá del área de influencia que todos defendían, pues no solo son los agricultores de Cocachacra quienes deben beneficiarse de la minería, sino, es todo el Valle de Tambo, porque la propuesta del Ministro Rómulo Mucho, es ver con mayor amplitud el escenario y señala que se debe garantizar que los beneficios sean de manera integral. Demostrar que hoy, Cocachacra ya no es aquel de hace 20 años atrás hoy soplan nuevos vientos y nuevas ideas asoman.
