LA MINERÍA ENTRE DOS FUEGOS

LA MINERÍA ENTRE DOS FUEGOS

 

Escribe: Enrique Lazo Flores

No está lejos de la vedad cuando el propietario de minas Buenaventura, dice que la minería ilegal debe ser legalizado, porque está generando una serie de anomalías y delitos en el país, al no ser tomado en cuenta por el gobierno como una fuente generadora de ingresos y sobre todo de trabajo en el marco de la legalidad.

 

Puede tener la razón, pero lo que no dice es que la minería ilegal en el Peru ha crecido de tal manera que se ha convertido en un potencial, que ya no es considerado un mal, porque hay factores que el gobierno no atiende y eso ha permitido su crecimiento, que para algunos ya se considera la minería informal, como legal.

 

Los factores para que le minería ilegal esté presente en lugares cercanos donde se desarrolla la minería legal y responsable es primero, el alza del precio del oro, que es más atractiva y rentable pese a las condiciones de riesgo que genera operar en la ilegalidad; segundo, la falta de empleo en zonas rurales como urbanas, que provoca que parte los pobladores opten por una actividad que le genera ingresos importantes y la debilidad del estado peruano en sus diferentes instancias, que no muestra capacidad de control y fiscalización de los territorios.

 

Lo más preocupante del crecimiento de la minería ilegal es precisamente eso, la ausencia del estado y la poca voluntad de poner en la vía de la productividad a los proyectos legales, como Tía María, Zafranal, Conga, entre otros  que ya tiene varios años olvidados, haciendo que la minería ilegal asuma el protagonismo que ahora lo tenemos, sin obligaciones con el estado como es pagar impuestos, velar por el medio ambiente y no generar puestos de trabajo.

 

Mientras esto pasa en el entorno de la minería legal, el país vive los momentos más cruciales de una crisis económica donde la presidente Dina Boluarte no encuentra el camino para resarcirse de las ataduras a las que está sometida donde solo puede cumplir consignas que le dictan, poniéndose en contra de la necesidad de que en el país se necesita mayores inversiones para generar mayores recursos económicos y esa es la minería formal.

 

La recesión económica es galopante, la falta de trabajo es alarmante, la anemia crece, la pobreza y el comercio ambulatorio crece y la delincuencia domina las calles, el factor principal es la falta de dinero y el dinero está allí, el gobierno es incapaz de crear fuentes de trabajo y el trabajo está allí, el gobierno se queja que no hay liquidez en las arcas, pero el dinero está allí, para colmo, el gobierno mira pasivo cómo crece la minería ilegal, pero a  la minería formal le pone cientos de requisitos que debe cumplir, a esa minería que le ayuda a enfrentar la crisis económica, social y cultural, con programas sociales que ayuda a que la población mejore su calidad de vida, No, eso No se ve.

 

Entramos a la recta final del año 2023, un año más que se va, sin que se logre avanzar en la puesta en marcha de los proyectos que guardan más de 50 millones de dólares, increíblemente el Gobierno no quiere dar pase a los más importantes,  pero anunció que  para el próximo año, se espera que los proyectos Yumpag en Pasco, Romina en Lima, Corani en Puno y Chalcobamba en Apurímac, que implica una inversión de US$ 964 millones, además de entrar en ejecución Zafranal en Arequipa para el año 2025, que permitirá una inyección económica de US$ 1263 millones.¿y Tía María?. No aparece en la lista.

POR QUE NO TÍA MARÍA

En su momento el Gobierno indicó que espera que se desarrollen en los próximos años los proyectos La Granja de US$ 5 000 millones, El Galeno de US$ 3 500 millones, Río Blanco de US 2 792 millones, Los Chancas US$ 2 600 millones, Michiquillay de US$ 2 500 millones, Pampa de Pongo de US$ 2 344 millones e Integración Coroccohuayco de US$ 590 millones. Pero ¡Oh! sorpresa ¡ No está considerado el proyecto Tía María !, por qué?, bueno, Dina Boluarte tiene un pacto con los dirigentes antimineros de Cocachacra donde firmó un Acta donde se comprometía a que en su mandato no tocaría el tema de Tía María. Ahora ella es esclava de su actos, pero el pueblo necesita trabajo y ellos no perdonan.

Todo parece indicar que en este gobierno no se tocará ese tema, sino recordemos que en la inauguración de la Feria minera más grande e importante del planeta, la feria minera Perumin, el ministro de Energía y Minas anunció que el proyecto minero Tía María entraba este año, pero  al día siguiente en la exposición del premier Otarola, dijo, “El proyecto Tía María no está en agenda”, lo  que hace indicar que seguiremos esperando mientras a opinión de los empresarios mineros, estos proyectos mineros no deben estar más paralizados, el Peru necesita avanzar y necesita trabajo.

CRECE EL OPTIMISMO

Pese a todo ello, en Southern, cada vez más se mantiene el optimismo sobre la posibilidad de poder construir la mina de cobre, el proyecto Tía María, a medida que disminuyen las tensiones políticas, entre la población va creciendo  el entusiasmo, la credibilidad y el convencimiento que con la minería se verán desarrollados su condiciones de trabajo, la empresa ya lleva años tratando de mejorar la calidad de vida de la población, trabajando con las comunidades locales y cercanas al proyecto Tía María.

El proyecto contempla una inversión de US$ 1,400 millones, creación de más de 3 mil puestos de trabajo y su desarrollo será un gran avance en este país donde las relaciones de la industria minera con las comunidades rurales aisladas a menudo se deterioran, pero en Tía María se nota los progresos,  solo necesita que el gobierno central decida dar pase a lo que pide la población sabedores que el proyecto cuprífero Tía María ubicado en la provincia de Islay, en Arequipa es parte de la cartera de proyectos por US$ 15,000 millones que tiene Southern para esta década, seria una gran acierto que en el mensaje de navidad este gobierno deje de lado su inoperancia y anuncie lo mejor para la población decidiendo por lo formal y no lo informal.